Buen cartel para tan pobre calidad

El pasado fin de semana, Barcelona fue testigo de un emocionante OffWeek Festival que reunió a renombrados artistas y a una multitud ansiosa de vivir una experiencia única. Sin embargo, el evento presentó ciertos desafíos que afectaron la calidad general de la experiencia.

El viernes, Afterlife tomó las riendas, con un cartel impresionante que incluía a destacados artistas como Agents of Time, Tale of Us o Stephan Bodzin, entre otros. Lamentablemente, una de las principales preocupaciones fue la calidad del sonido, que fue bastante pobre. Esto supuso una decepción para los asistentes, ya que esperaban una experiencia sonora de alto nivel para acompañar las actuaciones de estos talentosos artistas.

Además, la asistencia del evento en general parecía haber excedido la capacidad del recinto. La gran cantidad de personas presentes hizo que moverse por el lugar se convirtiera en un desafío y dificultó la navegación entre las diferentes áreas. Un problema adicional fue la falta de fuentes de agua. Con solo una disponible en todo el recinto y largas colas para acceder a ella, resultó casi imposible satisfacer la necesidad de hidratación de los asistentes de manera adecuada.

En cuanto a los servicios ofrecidos, las barras de bebidas y comida estaban bien distribuidas en el recinto, lo que facilitaba el acceso a ellos. Del mismo modo, los baños estaban suficientemente dispersos, lo que evitó que se formaran largas filas. Este aspecto fue positivo, ya que garantizó una experiencia más cómoda para los asistentes.

El sábado fue el turno del evento organizado por Solid Grooves y el OffWeek closing. En el cartel se encontraban artistas de renombre como The Martinez Brothers, Chris Stussy, Dennis Cruz o Jamie Jones. Aunque el sonido mejoró ligeramente en comparación con el día anterior, todavía se consideró deficiente para un festival de esta magnitud. Esta falta de calidad en el sonido puede haber sido decepcionante para aquellos que esperaban una experiencia acústica inmersiva.

Un punto a destacar fue la entrada de la prensa, que permitía acceder al backstage y vivir el evento desde una perspectiva privilegiada. Esta opción resultó ideal para disfrutar del escenario principal, pero no fue tan conveniente para el segundo escenario. La entrada para este último se ubicaba en un lateral cerca del stage, lo que obligaba a los asistentes a atravesar la multitud hasta llegar a primera fila. Algunos asistentes pagaron un extra por este beneficio y hubo quienes esperaban una experiencia más fluida considerando el precio invertido, que en algunos casos superó los 500€.

En resumen, el OffWeek Festival tuvo un cartel impresionante que atrajo a una gran cantidad de fans. Sin embargo, la calidad del sonido resultó ser un factor decepcionante tanto en el evento de Afterlife el viernes como en el de Solid Grooves el sábado. Además, el exceso de aforo y la falta de fuentes de agua fueron problemas que afectaron la experiencia general. Destacar, eso sí, que tanto el acceso como la salida del recinto fue fluida.