Brunch Electronik Festival se establece en Barcelona como indispensable
Segunda edición de oro
El Brunch Festival, celebrado a principios de Agosto, dejó una huella profunda entre los asistentes. Desde el momento en que se anunciaron sus tres días de duración y un Line Up de primera clase, las expectativas volaron alto, y no era para menos. Con grandes figuras como Hernán Cattaneo y Dixon compartiendo cabina en un b2b histórico, el festival prometía momentos memorables, y cumplió, aunque con algunas reservas.
El escenario Harmonik fue el epicentro de emociones intensas, y la presentación de Cattaneo y Dixon fue, sin duda, uno de los picos más altos del festival. La colaboración de estos dos gigantes de la música electrónica creó una atmósfera única, especialmente para los argentinos residentes y visitantes en Barcelona, que esperaban con ansias esta combinación mágica. La energía en el público era palpable, con una conexión entre la música y los asistentes que hizo vibrar cada rincón. Y si esto no fuera suficiente, Massano se encargó de elevar aún más la experiencia con su set, consolidando el verde como uno de los lugares clave para aquellos que buscan calidad musical y una inmersión total en el groove.
En contraste, el escenario Groovik nos trajo un espíritu más desenfadado y una vibra totalmente festiva. El dúo compuesto por Pawsa y Denis Cruz, encendió la pista con un b2b que mantuvo a todos bailando sin parar. Su característico estilo Groove inyectó una energía arrolladora, creando un ambiente donde no había espacio para el descanso. Desde el primer beat hasta el último, estos dos artistas demostraron por qué son tan queridos en la escena y por qué su música sigue llenando pistas en todo el mundo.
Sin embargo, no todo fue perfecto. A pesar de que la organización del evento manejó bien muchos aspectos, la sensación de sobreventa fue evidente. El espacio, en ocasiones, parecía abarrotado, restando un poco de comodidad a la experiencia. Moverse entre escenarios o acercarse al frente para bailar se convirtió en una pequeña odisea, lo que dejó a algunos asistentes con una sensación de agobio. Aunque la música y la vibra positiva lograron compensar este aspecto, es un detalle que sin duda dejó su marca en la experiencia global del festival.
En definitiva, el Brunch Festival 2024 fue un evento de alto nivel, donde la música y la fiesta dominaron, pero también donde la multitud excesiva dejó algunas cuestiones a mejorar para futuras ediciones. A pesar de ello, los que se atrevieron a estar en primera fila para gozar y bailar lo dieron todo y más, demostrando una vez más que Barcelona sigue siendo una de las capitales más vibrantes de la música electrónica en el mundo.