Brunch Electronik Festival o como hacer un festival perfecto
Brunch Electronik Festival
A la primera va la vencida
El pasado fin de semana, del 11 al 13 de Agosto, se celebraba la primera edición de Brunch Electronik Festival en Barcelona. Primera de muchas, esperemos…
Desde el momento en que pisé el recinto, la impecable planificación de accesos y la distribución inteligente de los escenarios me impresionaron notablemente. A pesar de estos puntos fuertes, no puedo evitar mencionar la única pega: el considerable recorrido para atravesar el festival de punta a punta. Si bien esta distancia a veces parecía un desafío, la recompensa de tener casi todos los escenarios a la vista a la entrada, salvo el Harmonik, ubicado en una zona más retirada, no pasó desapercibida.
El Iconik Stage, como su nombre indica, el escenario más iconico, se erigió como el epicentro visual y sonoro del festival. Este impresionante escenario 360 con el DJ en el centro se convirtió en un imán para los amantes de la música electrónica. El público se entregó por completo durante las extensas 12 horas diarias de música ininterrumpida. Además, parece que se implementó una «No Phone Policy» voluntaria, que añadió un toque de autenticidad a la experiencia al permitir a todos conectarse más profundamente con la música y el entorno.
Este emocionante escenario albergó actuaciones inolvidables de Fatima Hajji, Volvox, Boys Noize b2b vtss, Jeff Mills o la icónica Nina Kraviz, entre otros, dejando una marca imborrable en la memoria de todos los presentes.
El Groovik Stage, como su nombre sugiere, nos regaló la esencia del groove. Un magnífico escenario rodeado de contenedores marítimos y con sombra circular se convirtió en un punto focal de energía y movimiento. Los sets de Carl Cox, Pawsa, ANOTR o Marco Carola llevaron a los asistentes a un viaje musical lleno de ritmo y vitalidad.
El escenario Harmonik, a pesar de su ubicación más alejada, no se quedó atrás en términos de atractivo. Sonidos melódicos y emotivos llenaron el ambiente, creando una atmósfera mágica que caracteriza al festival. Actuaciones de Fideles, Mind Against, Inellea o Âme B2B Dixon añadieron un toque de elegancia y profundidad.
La inclusión del escenario Euphorik, donde por primera vez en Brunch se presentaron bandas en vivo como Underworld y el directo de Paul Kalkbrenner, diversificó la experiencia y enriqueció la oferta musical del festival.
Los sonidos underground encontraron su hogar en el Rhytmik Stage, ubicado bajo una enorme placa solar en el Parc del Forum. Este lugar mágico se convirtió en el escenario perfecto para sumergirse en las profundidades de la música electrónica más experimental.
Cabe destacar que todos los escenarios, excepto el Rhytmik, contaban con zonas elevadas para aquellos que deseaban disfrutar del espectáculo desde una perspectiva diferente. Estas áreas, bien gestionadas por el personal de seguridad, ofrecieron una visión única de los sets.
El festival también se esmeró en la comodidad y la experiencia gastronómica. La amplia zona de foodtrucks proporcionó un espacio relajante para disfrutar de las vistas mientras saboreaba deliciosos manjares. A pesar de algunas colas inevitables, la planificación adecuada permitió a los asistentes disfrutar de su cena en momentos estratégicos.
En cuanto a las instalaciones, los baños se mantuvieron en línea con las necesidades de los asistentes. El rápido ajuste de los urinarios masculinos durante el segundo día demostró la voluntad de adaptarse y garantizar una experiencia fluida para todos.
En resumen, la primera vez de un evento de esta magnitud por parte de la producción del Brunch Electronik Festival merece un sobresaliente sin reservas. La música, el ambiente y la organización excepcionales superaron todas las expectativas. A pesar del pequeño desafío en la distancia a recorrer, la vivencia global fue enriquecedora y memorable. Ya estoy ansioso por la próxima edición, y puedo afirmar con confianza que esta primera experiencia no será la última.